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La Unidad de Integridad del Atletismo (AIU en sus siglas en inglés) ha sancionado por seis años a Rhonex Kipruto, bronce en 10.000 metros en los Mundiales de 2019 y poseedor del récord mundial de los 10K en ruta (26:24), que logró en 2020 en Valencia rebajando el anterior de Joshua Cheptegei en 14 segundos. Estaba suspendido provisionalmente desde mayo del 2023.
La AIU considera que las anomalías detectadas en el pasaporte biológico del keniano de 24 años se deben a “manipulación sanguínea” que achacan al dopaje por EPO, sustancia utilizada para elevar el nivel de oxigenación de la sangre.
“El atleta estuvo involucrado en un sistema de dopaje deliberado y sofisticado durante un largo periodo con el fin de mejorar artificialmente su rendimiento mediante el dopaje”, explica el panel de expertos de AIU. Una resolución apelable ante el TAS (Tribunal de Arbitraje del Deporte).
Los resultados de Kipruto conseguidos entre el 2 de septiembre de 2018 y el 11 de mayo de 2023 quedan anulados. Y con ello el récord mundial de 10K logrado en Valencia y el bronce mundial de 2019.
La caída del Kipruto agrava los problemas de Kenia con el dopaje, un país que registra 81 sancionados actualmente la lista negra de la AIU.
La preocupación de la Agencia Mundial Antidopaje y World Athletics, la federación internacional, que podría conllevar sanciones al país, llevó al gobierno de Kenia en 2023 a anunciar una inversión de 28 millones de euros en cinco años para luchar contra el dopaje y en un endurecimiento de la legislación para tratar el dopaje como “categoría de drogas duras y que los detenidos sean tratados como traficantes de heroína o cocaína”, advirtió su primer ministro.