Muere el expresidente peruano Alberto Fujimori a los 86 años

El expresidente Alberto Fujimori, que entre 1990 y 2000 encabezó un régimen marcado por violaciones a los derechos humanos y una gran corrupción, murió a los 86 años en la casa de su hija Keiko, su heredera política. Decenas de simpatizantes llegaron hasta la casa de la familia Fujimori.

En 2009 fue condenado a 25 años por crímenes de lesa humanidad y corrupción, pero en diciembre pasado salió en libertad con un cuestionado indulto.

Fujimori tenía cáncer a la lengua, controlado hace más de veinte años pero que había reaparecido y recientemente se había extendido al pulmón.

El fallecido exmandatario apareció en la política derrotando sorpresivamente en las elecciones presidenciales de 1990 al escritor Mario Vargas Llosa. En 1992 dio un autogolpe, cerró el Congreso, intervino el sistema de justicia y todas las instituciones, gobernando autoritariamente con los militares.

Fujimori aplicó una férrea política económica neoliberal y combatió a la subversión armada de Sendero Luminoso con graves violaciones a los derechos humanos. El conflicto interno o «guerra contra el terrorismo» -como se denominó oficialmente- dejó más de 69.000 muertos y 21.000 desaparecidos en el período 1980-2000, la gran mayoría civiles, según una comisión de la verdad.

El año 2000, cuando su régimen se desmoronaba, huyó del país. Años después, fue extraditado, juzgado y condenado.

El gobierno de Dina Boluarte lamentó su muerte, declaró tres días de duelo nacional y anunció un funeral con honores de jefe de Estado, algo cuestionado por tratarse de un dictador condenado por asesinato, secuestro y corrupción.


Reacciones

De origen japonés, pero conocido popularmente como ‘el chino’, Fujimori recibió tras su muerte improvisados homenajes en las afueras de su vivienda, en el distrito limeño de San Borja.

«Acabó con el terrorismo, estabilizó la economía» y no murió en prisión, como pedían sus enemigos, dijo a la AFP Nancy González, una mujer que llegó hasta la vivienda donde falleció el expresidente.

Keiko Fujimori informó en X que su padre será velado a partir del jueves en el Museo de la Nación, adonde convocó a la población. El sepelio se realizará el sábado.

«Esperamos a todos quienes quieran despedirse de él personalmente», escribió.

«¡El chino no ha muerto, el chino está presente!», clamaban simpatizantes de Fujimori frente a su casa.

«Tenía que pagar su culpa, pero ahora que ha fallecido, qué se puede hacer… No ha cumplido su condena», lamentó en declaraciones a la AFP Juana Carrión, presidenta de la Asociación Nacional de Familiares Secuestrados Detenidos y Desparecidos del Perú.