Hoy en día, en los apuros por la transición energética, un invento captó la atención de científicos, gobiernos y empresas del sector: pues un sistema de almacenamiento submarino que promete estabilizar la producción de energías renovables como la eólica y la solar. Desarrollado por una startup holandesa, este avance tecnológico está llamado a cambiar el panorama energético mundial y ya tiene fecha tentativa para empezar a operar.

Este avance en energías limpias ha sido notable, pero su mayor talón de Aquiles sigue siendo la intermitencia. ¿Qué ocurre cuando no hay sol ni viento? Sin un sistema de almacenamiento eficiente, los excedentes de energía no pueden aprovecharse y el suministro se vuelve inestable. Por eso, los sistemas de almacenamiento se han convertido en piezas clave. Estos permiten guardar energía durante picos de producción para liberarla cuando hay alta demanda. El resultado: una red eléctrica más equilibrada, menos dependencia de combustibles fósiles y precios más estables.

En este sentido, surgió Ocean Battery, una solución que combina innovación y naturaleza. La idea es simple pero potente: utilizar el agua del mar como medio para almacenar energía en el fondo oceánico. Este sistema presentado por la empresa Ocean Grazer en la feria CES de Las Vegas, consiste en unas enormes vejigas flexibles ancladas al lecho marino. Durante los periodos de alta producción, el exceso de energía bombea agua desde un depósito hasta estas vejigas.


De manera que cuando se necesita electricidad, la presión del mar comprime el agua de regreso al depósito, haciendo girar turbinas submarinas que generan electricidad. El concepto es similar al de las centrales hidroeléctricas reversibles, pero adaptado al entorno marino. Este enfoque permite que los parques eólicos en mar abierto que a menudo producen más energía de la que se necesita puedan almacenar esa energía de forma segura y eficiente hasta que vuelva a hacer falta. Ahora, la empresa holandesa planea poner en funcionamiento su primera batería oceánica antes de fin de año. El sistema puede instalarse cerca de diversas fuentes de energía renovable offshore: turbinas eólicas, granjas solares flotantes, tecnologías mareomotrices y más.



En todo caso, además de su potencial técnico, este invento llega en un momento de gran interés por la energía eólica marina. Mientras Ocean Grazer afina su despliegue, gobiernos como el de Galicia ya están apostando por la expansión de este tipo de energías. En definitiva, lo que parecía un sueño se está convirtiendo en una solución real. Ocean Battery no solo puede estabilizar el suministro eléctrico, sino que podría marcar el inicio de una nueva era para las energías limpias. Y eso, para muchos, suena a salvación.
