Analistas coinciden que una constituyente no es necesaria para impulsar reformas urgentes

El presidente Daniel Noboa enfrenta una encrucijada en su nuevo mandato: ¿centrar sus esfuerzos en la gestión urgente de su gobierno o embarcarse en el riesgoso proceso de impulsar una Asamblea Constituyente?

Durante el panel de POLÍTICAMENTE CORRECTO del domingo 27 de abril, tres analistas advirtieron que la opción de “refundar el Estado”, como lo ha nombrado el Primer Mandatario, podría no ser el camino más conveniente para su gobierno. Según explicaron, existen mecanismos más efectivos y menos arriesgados para realizar cambios sin comprometer la estabilidad política y económica del país.

Jorge Acaiturri, asambleísta del Partido Social Cristiano, señaló que, si bien apoya la idea de una nueva Constitución, este no sería el mejor momento para impulsarla. Según el legislador, Noboa ya tiene una mayoría en la Asamblea que le daría toda la gobernabilidad necesaria para impulsar las reformas más urgentes sin necesidad de convocar una Constituyente.

“Un proceso constituyente quizá no sea el mejor camino. Noboa tiene el poder ciudadano y la mayoría en la Asamblea, así que debe utilizarla. Desde ahí puede, por ejemplo, realizar todas las reformas al Código Penal necesarias para debilitar a las bandas delictivas”, afirmó.

Por otro lado, Karen Sichel, exsecretaria jurídica de la Presidencia de Guillermo Lasso, advirtió que uno de los riesgos de impulsar una Constituyente sería una larga duración del proceso que tardaría entre 18 y 24 meses. Es decir, le tomaría a Noboa casi la mitad de su mandato concretar un cambio profundo en el texto constitucional.

Además, la panelista explicó que el proceso implicaría, al menos, tres elecciones continuas, lo que podría afectar la estabilidad del país en varios ámbitos, como la seguridad.

«Estudios señalan que en países con alta tasa de violencia, elecciones continuas provocan un aumento de la criminalidad. Así que hay que pensar muy bien si es o no necesario impulsar una constituyente», advirtió Sichel.

Las reformas parciales serían la mejor opción

En ese sentido, tanto Sichel como Acaiturri coinciden en que el mejor camino para Noboa sería prescindir de la idea de una constituyente y, en cambio, trabajar en reformas parciales que se tramitarían en la Asamblea, donde el oficialismo tiene una mayoría asegurada.

Uno de los cambios clave, destaca Sichel, sería la eliminación del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS). “Eliminar funciones del Estado sí es posible mediante una reforma parcial. No es necesaria una Constituyente. Solo es necesario hacer una lista de todas las reformas o enmiendas que se consideren necesarias, que la Asamblea las apruebe y luego convocar a un solo referéndum para que la ciudadanía las ratifique», explicó.

Mejorar la economía tampoco necesitaría de una constituyente

Por otra parte, el economista Alfredo Arízaga, exministro de Economía y Finanzas durante el gobierno de Jamil Mahuad, añadió que tampoco ve urgente una reforma constitucional a través de una Constituyente. Según Arízaga, eso podría incluso alejar inversiones nacionales y extranjeras en un momento donde el país necesita recuperar confianza.

Arízaga puntualizó que no existe ninguna reforma económica fundamental que dependa de cambiar la Constitución o crear una nueva. Por ejemplo, dice, medidas como atraer inversión extranjera directa o mejorar la producción petrolera pueden lograrse dentro de reformas parciales.

«El presidente debería enfocarse en temas urgentes como recuperar la confianza internacional y eso no se logra con nuevas elecciones. Además, recordemos que en 2026 vencen muchos bonos soberanos. Así que debe ser prioridad del presidente volver a los mercados internacionales, mantener el acuerdo con el FMI o, de lo contrario, Ecuador caerá en un default económico», explicó Arízaga.

Así, los tres expertos invitados al panel de POLÍTICAMENTE CORRECTO sugieren al Primer Mandatario que opte por las reformas parciales antes que sumergirse en un proceso constituyente. Sin embargo, el presidente aún no ha tomado una decisión definitiva, aunque su equipo de trabajo ha adelantado que el Ejecutivo se encuentra evaluando cuál sería la mejor opción para el país.