El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, sostiene que las redes sociales son “multiplicadores del odio y el fascismo” y mantiene un bloqueo indefinido de la plataforma X (antes Twitter), mientras acusa a la oposición de difundir en estos medios “campañas de odio” en su contra.
Maduro ordenó suspender a X por 10 días, pero el plazo acabó el domingo sin que se volviera a instaurar el libre acceso a esta plataforma. Además, señaló a Instagram y TikTok de atacarlo, y promueve actualmente un boicot contra WhatsApp.
La vendetta del mandatario contra las redes sociales se intensificó en los días después de las elecciones presidenciales que se celebraron el 28 de julio en Venezuela, una jornada que ha sido criticada por las oenegés y la oposición por su falta de transparencia. Sin publicar las actas, el Consejo Nacional Electoral declaró ganador a Maduro, generando una ola de protestas en las calles del país y en plataformas digitales.
Intentando contener las denuncias de fraude, Maduro prometió emitir una ley de redes sociales en los próximos días, un anuncio que ha sido fuertemente criticado por defensores de los derechos humanos.
“Se trata de una escalada en el sistema de censura”, dijo a la AFP Giulio Cellini, director de la consultora política Log Consultancy. “El gobierno identifica las redes sociales como el mecanismo a través del cual la gente logra informarse”.
“En Venezuela existe un toque de queda en internet”, subrayó Marco Ruiz, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP). “Hay cientos de venezolanos que están siendo perseguidos por sus expresiones en las distintas redes sociales y decenas de ellos han sido detenidos”.
Una legislación “presumiblemente aumentaría la persecución, la estigmatización y la judicialización” de voces disidentes, alertó Ruiz.
Y mientras Maduro acusa a sus adversarios de promover violencia a través de las redes, Carlos Correa, director de la ONG Espacio Público, sostiene que en realidad intenta cerrar “válvulas de escape con las que la gente trata de conseguir información” en un ecosistema mediático pequeño y silenciado.
“Venezuela puede vivir sin X”
El ministro de Comunicación, Freddy Ñáñez, alega que la extensión del bloqueo de X se debe a documentación exigida a la empresa que no ha sido entregada.
“Venezuela puede vivir sin X”, dijo al portal oficialista La Iguana TV.
Según Ñáñez, Facebook es la red social más popular entre los venezolanos, con 22 millones de perfiles; seguida por la china TikTok, con 8 millones de cuentas; e Instagram, con 7,9 millones. Hay según esos números 2,7 millones de cuentas en X en este país.
No obstante, es una plataforma con peso político, usada como principal canal por líderes opositores como María Corina Machado, que reclama la victoria del candidato Edmundo González Urrutia en las presidenciales.
“Su bloqueo reduce su alcance y, en el caso de Venezuela, es una red muy política, muy de temas de interés público”, apunta Correa.
Pero no son únicamente las redes sociales las perseguidas en Venezuela.
Según Espacio Público, promotora la libertad de expresión, más de 400 periódicos, radios y televisoras se cerraron en dos décadas de gobiernos chavistas.
Las televisoras y radios de señal abierta, a la vez, operan en un clima de censura y autocensura, al tiempo que portales web críticos son habitual blanco de bloqueos en los proveedores locales de internet.
Cadenas de noticias internacionales como CNN en Español, adicionalmente, han sido sacadas del aire por las cableoperadoras.
Venezuela está en el lugar 156 entre 180 países en el índice de libertad de prensa de Reporteros Sin Fronteras, únicamente por encima de Nicaragua (163) y Cuba (168) en América Latina.
Maduro, en tanto, hace múltiples apariciones en la amplia red pública de medios de comunicación, al servicio de la ‘Revolución Bolivariana’.