Universal Hydrogen logró crear el motor más grande impulsado por hidrógeno líquido.

Hoy en día, el mundo camina hacia un futuro más limpio, por lo que ya encendió los motores en la industria menos pensada, nos referimos a la aviación. Con la urgencia por eliminar los combustibles fósiles, surge un avance que despierta el interés global. Se trata del motor más grande jamás impulsado por hidrógeno líquido, una innovación que redefine los límites del transporte aéreo.

Apesar de su eficiencia, la aviación ha sido históricamente una de las industrias más difíciles de descarbonizar. Hoy, sin embargo, parece vislumbrarse un nuevo rumbo gracias a la apuesta por combustibles alternativos, como el hidrógeno. En esta transición, la empresa estadounidense Universal Hydrogen ha dado un paso gigantesco al presentar el motor de celda de combustible más grande del mundo que opera con hidrógeno líquido. La prueba se llevó a cabo en el puerto aéreo y espacial de Mojave, California. Allí, una pila de combustible de un megavatio alimentó un tren de potencia capaz de simular más de una hora y 40 minutos de vuelo regional. Este sistema está diseñado para abastecer aeronaves que recorran más de 800 kilómetros con hasta tres horas de autonomía, más 45 minutos adicionales de reserva.

Ahora, el núcleo de esta innovación nace en Toulouse, Francia, donde Universal Hydrogen diseñó el módulo de almacenamiento criogénico que contiene 200 kilogramos de hidrógeno líquido. Este dispositivo no solo conserva el combustible a -253 °C sin evaporación, sino que también lo transforma en hidrógeno gaseoso caliente para alimentar el motor. Incorpora sensores de fuga, ventilación y un sistema de conexión rápida a prueba de errores, que permite instalar o retirar el módulo con facilidad. Todo esto lo convierte en un verdadero sistema vascular, donde cada parte del motor funciona como venas y arterias que distribuyen la energía con precisión milimétrica.

Cómo objetivo inmediato de la compañía es introducir esta tecnología en vuelos comerciales regionales en los próximos meses. Para ello, Universal Hydrogen trabaja en la certificación de un kit de conversión capaz de transformar aviones ya existentes en modelos que funcionen con hidrógeno. Lejos de desechar la infraestructura actual, esta visión plantea una evolución: convertir lo viejo en parte del futuro. Una alternativa real y sostenible frente al desafío ambiental que representa el transporte aéreo.

Sin embargo, el hidrógeno líquido obtenido al enfriar gas hasta -253 °C mediante un proceso de licuefacción criogénica, ofrece ventajas insuperables: alta densidad energética y facilidad de almacenamiento en espacios reducidos. Esta propiedad lo convierte en el aliado perfecto para vuelos de largo alcance y almacenamiento industrial. Las expectativas son altas: un sector entero podría reconfigurarse a partir de este avance, que ya compite con propuestas experimentales que prometen 2.700 CV y energía suficiente para impulsar hasta 100 aeronaves.