Empezaron a trabajar a finales de la década de los 80 en el IESS. Entraron al sindicato y escalaron posiciones hasta llegar a la dirigencia. 30 años después, tres dirigentes del Seguro Social tienen patrimonios de cientos de miles de dólares, que según asambleístas que investigan irregularidades en ese sindicato, no pueden justificar.
Un grupo de asambleístas de Azuay encontró, por ejemplo, depósitos de miles de dólares desde la cuenta bancaria del sindicato a las cuentas particulares. Los movimientos no se han justificado.
«Amasan fortunas y es un patrimonio incalculable», señala el legislador de ADN, Adrián Castro.
Los tres dirigentes no han presentado las declaraciones patrimoniales de 2020, 2022 y 2024. No hay registros previos a pesar de que llevan décadas trabajando en el sector público y la ley les obliga a hacerlo cada año.
Ecuavisa levantó la información de la última declaración patrimonial de los tres sindicalistas.
El dirigente Virgilio Aníbal Suárez, que labora como técnico de mantenimiento, entró a trabajar en el IESS en 1989. Tiene un patrimonio de 299 407 dólares, que incluye tres automóviles, una casa y un terreno. Su sueldo es de 1 295 dólares.
Oswaldo Calahorrano ingresó a la institución como conductor en 1989. Posee USD 185 831 de patrimonio, en el que constan tres casas adquiridas en 1993, 2007 y 2011. Su sueldo también es de USD 1 295.
Mientras que, el patrimonio de Rosa Angélica Argudo, quien entró a trabajar como auxiliar de esterilización en el hospital del IESS en cuenca. En su patrimonio de USD 746 662 constan dos carros -uno comprado en 2024 por USD 49 000-, dos terrenos, una casa y un departamento. Asimismo, su sueldo es de USD 1 295.
La Fiscalía General del Estado (FGE) inició una investigación por presunto peculado mientras los legisladores presentaron más información para ampliar las indagaciones por supuestos delitos de testaferrismo, enriquecimiento ilícito, asociación ilícita y abuso de confianza.