Trasladaron a cabecillas

Como parte de las acciones que emprende el Gobierno Nacional para erradicar la violencia al interior de los Centros de Privación de Libertad del país, inició el proceso de traslado de cinco cabecillas de bandas delincuenciales.

Estos PPL están directamente involucrados en los hechos ocurridos este fin de semana donde 20 presos fueron asesinados. Según el Gobierno Nacional con esta decisión se evitará cualquier tipo de interacción entre los líderes y las bases de las organizaciones que representan.

Efectivos de la Policía Nacional y Fuerzas Armadas trasladaron a cinco cabecillas de bandas delincuenciales que controlan la cárcel de Turi, en Cuenca, hasta el centro penitenciario de máxima seguridad en Guayaquil, conocido como La Roca. 

La Secretaría de Comunicación de la Presidencia informó en su cuenta de Twitter sobre el traslado de los reos. Los cinco hombres llegaron a la Base Aérea de Guayaquil a las 21:30, en un avión de la Fuerza Aérea Ecuatoriana, y luego fueron trasladados hasta La Roca. 

En imágenes que compartió la Secretaría se observa a las personas privadas de libertad que son llevadas esposadas, y fuertemente resguardadas, hacia el interior de la aeronave. A cada uno de los cabecillas se los ubicó en asientos separados. 

Según indicó el Gobierno en un comunicado, los cinco cabecillas de bandas delincuenciales están involucrados directamente en los hechos de violencia de la madrugada del domingo 3 de abril que causaron 20 muertos y decenas de heridos.  

El director del Servicio de Atención Integral de las Personas Privadas de la Libertad (Snai), Pablo Ramírez, explicó en rueda de prensa que estas reubicaciones en diferentes centros se realizan en función de los antecedentes y compartimientos de las personas privadas de la libertad.  

El ministro del Interior, Patricio Carrillo, dijo que no se descarta que estos traslados generen altercados en las cárceles del país, pero enfatizó que responderán a esos desmanes. 

Ramírez detalló que estas reubicaciones se las realiza en función de los antecedentes y comportamientos de las personas privadas de su libertad (PPL), por amenazas o inminente peligro para la seguridad interna de los centros, así como para precautelar la vida de los demás internos.  

Reiteró que, con esta modalidad, de enero a la fecha se han prevenido 83 muertes violentas, por lo que conminó a “las autoridades judiciales para que apoyen estos traslados y de esa manera se puede asegurar cada uno de los centros de privación de libertad”. 

Tras las requisas, las autoridades determinaron que cinco armas de fuego, parte de los 197 indicios balísticos, fueron utilizadas en los hechos del domingo 3 de abril. También se decomisaron 50 municiones, 127 armas cortopunzantes, 329 dosis de sustancias estupefacientes, un computador portátil, 50 celulares, dos kilos de cocaína y 1312 litros de alcohol. 

El método para ocultar las armas fue utilizar troncos de madera. “No vamos a salir del centro (de rehabilitación) hasta que no terminemos”, dijo Carrillo. El objetivo es seguir la pista del dinero porque los hechos se relacionan con una “economía criminal”.