Vuelven las volatas al Tour de Francia. Los sprinters vuelven a pedir paso con una etapa algo ondulada (dos puertos de tercera y dos de segunda) y un final perfecto para sofocar la escapada y lanzar el sprint grupal.
Fabio Jakobsen, Groenewegen, Sagan, Ewan y el resto de misiles vuelven a acaparar el protagonismo tras jornadas penando a cola del pelotón, entrando en meta con el tiempo de control acechando. Vuelve su momento con final en Saint Etiene.
La batalla por el verde se reinicia con una etapa con salida en Le Bourg d’Oisans y final de infarto en Saint Etienne. Serán 192 kilómetros en los que la escapada lo va a tener muy complicado para triunfar.
Hasta el momento, y ya se han disputado doce etapas, tan solo dos han sido para esprínters puros, y ambas en Dinamarca: una para Jakobsen y otra para Groenewegen. Muchos días, y muchas cosas han pasado en el Tour, desde entonces.
La escapada luchará por su oportunidad, pero equipos como el Lotto, para Ewan y el Alpecin, para Philipsen, entre otros habituales como el Quick Step y el BikeExchange, lucharán para que el triunfo se decida en una volata en Saint-Etienne.
Tres puertos, a priori que deben superar, serán sus obstáculos. Estos días montañosos consiguieron su objetivo: evitar el fuera de control. Van Aert, que se impuso en dos ocasiones (el reducido esprint de Lausana y la llegada en solitario en Calais) aspira a sumar puntos para un maillot verde que le tiene bien encaminado.
Era su objetivo antes de arrancar, además de luchar por etapas y ayudar a sus líderes (Roglic y Vingegaard), y lo tiene en su mano. El calor volverá a hacer acto de presencia, pero la dureza de los Alpes quedará atrás en estos próximos días, algunos de ellos considerados ‘trampa’ hasta llegar a los Pirineos.