¿Sabía usted, Noruega creará una bóveda del fin del mundo para grabaciones musicales? Les contamos de que se trata.

Enterrada a casi 1,000 pies debajo de una montaña cubierta de nieve, en una isla ártica a medio camino entre Noruega y el Polo Norte, una compañía noruega planea crear lo que dice será una bóveda apocalíptica para preservar las grabaciones de música más importantes del mundo por al menos 1,000 años. Utilizando almacenamiento digital preparado para el futuro, Elire Management Group, con sede en Oslo, quiere almacenar grabaciones de todo, desde éxitos del pop de grandes sellos como los Beatles hasta música indígena australiana, con las mismas garantías que ofrecen el Arctic World Archive y el Global Seed Vault, dos instalaciones de almacenamiento existentes ubicadas bajo tierra en el archipiélago de Svalbard.

“Queremos preservar la música que nos ha formado como seres humanos y ha formado a nuestras naciones”, dice Luke Jenkinson, director gerente de Global Music Vault y socio gerente de Elire, que está financiando el proyecto.

El Arctic World Archive alberga copias de artefactos históricos como manuscritos de la Biblioteca Vaticana y pinturas de Rembrandt y Edvard Munch, mientras que Global Seed Vault es una instalación de almacenamiento de respaldo para los recursos genéticos del mundo. Ambos están diseñados para resistir desastres naturales y provocados por el hombre, incluidos los ataques nucleares.

La necesidad de un almacenamiento seguro a largo plazo para las grabaciones no ha sido una preocupación apremiante durante casi tanto tiempo como la de los manuscritos, pero varios eventos recientes han subrayado su importancia. En 2008, un incendio en un backlot de Universal Studios destruyó una cantidad significativa de cintas archivadas por Universal Music Group, incluidos algunos masters, aunque la compañía tenía copias secundarias de muchas de ellas.

El almacenamiento digital presenta otros problemas: Myspace confirmó en 2019 que una migración de servidor provocó la pérdida de hasta 50 millones de pistas cargadas. «Ese es el peligro de migrar a un nuevo disco duro o centro de datos cada cinco años», dice Jenkinson. «Es difícil realizar un seguimiento de los datos y los archivos se pierden o se eliminan».

Tras la inundación, el Gobierno de Noruega invirtió 20 millones de euros (unos 21,7 millones de dólares) para la renovación de la bóveda, «La mayor modernización fue la única cosa correcta para hacer y el Gobierno noruego sin duda destinó recursos para que ahora sea absolutamente impermeable», declaró Dempewolf.

«Es siempre peligroso hablar sobre que algo es completamente seguro e inexpugnable», subrayó, añadiendo que continuarán «monitoreando la situación para ver si otras modernizaciones son necesarias».