Conductores de vehículos pequeños, transportistas de buses interprovinciales, camiones y comerciantes continúan denunciando la destrucción en la vía, entre ellos enormes baches, desniveles, piedras sueltas y largos tramos con la carpeta asfáltica averiada. A eso se añade la falta de señalética e iluminación en esta infraestructura que fue construida en 1963.
La tarde de este martes 18 de enero, un grupo de transportistas pesados bloqueó el paso de vehículo en la Alóag – Unión del Toachi, en el peaje del kilómetro 56, en protesta por las malas condiciones que presenta la vía.
Un ejemplo es lo que ocurre en el kilómetro 42 donde en apenas un tramo de 500 metros hay más de 15 baches. Los conductores se ven obligados a detener los automotores para evitar las zanjas.
La carretera está a cargo de dos prefecturas, la de Pichincha que se encarga del mantenimiento de 72,5 kilómetros, y la de Santo Domingo de los Tsáchilas, de 28 kilómetros. Lo que más genera molestia entre los usuarios es que pagan dos peajes (los autos livianos cancelan USD 1) por caseta y no ven obras.
Por la vía Alóag – Santo Domingo circulan aproximadamente 12 000 vehículos diarios.
La prefecta de Pichincha, Paola Pabón, reconoce la grave situación que atraviesa esta infraestructura, indicó que el dólar que se cobra en la estación de peaje de Alóag no entra a las arcas de la Prefectura sino a un fideicomiso que financia el contrato que se firmó en el 2007. “Recién a diciembre de este año se estaría cubriendo el costo de ese contrato. Entonces, usted tiene 72,5 km que este momento no tiene financiamiento, por eso es tan importante la decisión del Ministerio de Obras Públicas”, acotó.
La construcción -expresó la Prefecta ante los asambleístas- podría terminarse en dos años, y pagarse en 14. “En este momento, estamos con un peaje de USD 1 para una vía que supuestamente se iba a financiar con USD 4. Y con una deuda de USD 11,5 millones de un contrato del 2007”.
FUENTE: EL COMERCIO