Puestos de espera casi vacíos, oficinas de atención al cliente sin funcionarios y otras en las que, a pesar de estar, no atendían.
Así estuvo la agencia más grande del Registro Civil en Quito ayer lunes. Afuera hubo pocas personas que no encontraban explicación de por qué un documento tan cómún como la cédula, que hace semanas se entregaba de forma inmediata, hoy obtenerlo se vuelto una misión casi imposible.
«Tengo el problema que debo renovar mi cédula y yo ya estoy tres meses en este proceso. Ya tengo pagado, tengo el papel que yo ya estoy divorciada. Tengo mi cédula actual perforada, ¿qué trámite puedo hacer?», reclamó Jenniffer Argudo.
Un panorama más desolador se vio en la agencia de Cotopaxi en Latacunga. Cinco de los ocho cubículos destinados a la renovación de cédulas estuvieron vacíos.
Apenas cinco personas se acercaron a la agencia durante la tarde con turnos agendados desde hace tres meses, y aunque hoy debían recibir sus cédulas, les dijeron que no estaban listas.
«Yo ya saqué la cédula el 23 de abril y dicen que no hay material», afirmó Martha Robalino.
En Guayaquil, en cambio, hubo caos afuera de la agencia. Los guardias permitían el ingreso a pocas personas, el reclamo fue el mismo: demora de entregas del documento y turnos para dentro de tres meses.
Este inconveniente ocurre mientras en las redes sociales se consiguen turnos de forma inmediata mediante tramitadores.
Las tarifas van entre USD 20 y USD 60, prometiendo turnos para mañana o miércoles.