Con un escenario en donde Tesla se apodera con titulares de Optimus, ahora Europa responde con su propia apuesta. Se trata de Neura Robotics que presentó en Berlín a 4NE1, un robot humanoide pensado para tareas domésticas que mezcla músculo mecánico, piel sensible al tacto y cerebro digital, con precio y fecha confirmados, aspira a convertirse en un nuevo estándar tecnológico.
En este sentido, el 4NE1, actualmente en su tercera generación, está equipado con 55 grados de libertad de movimiento, visión de 360 grados y piel artificial capaz de detectar el tacto humano. Según la compañía, puede planchar, cargar objetos pesados o descargar el lavavajillas sin necesidad de programación específica, adaptándose a entornos cambiantes con notable versatilidad. Durante su demostración en la IFA se mostró menos ágil que un humano en ciertas tareas, como doblar ropa, pero su fortaleza reside en la capacidad de combinar fuerza, autonomía de 24 horas y un abanico amplio de funciones domésticas e industriales.
Además, Neura ha apostado por un “cerebro” basado en el modelo GR00T de NVIDIA y procesadores Jetson que permiten computación local. Su sistema operativo, NEURON OS, junto con un “Omnisensor” y siete cámaras, le permite diferenciar personas de objetos y trabajar de manera segura codo a codo con humanos, la gran baza está en Neuraverse, una plataforma abierta donde los robots comparten aprendizajes como si fueran aplicaciones móviles. En este ecosistema, lo que aprende un robot, lo aprenden todos. Alianzas con Vodafone, SAP y NVIDIA refuerzan la ambición de Neura de construir una red de robots interconectados.
Por su parte, el CEO de Neura, David Reger, asegura que su empresa quiere para la robótica lo que Apple consiguió para los smartphones: masificar la tecnología. La meta es entregar cinco millones de unidades antes de 2030. El precio de 60.000 euros, sin embargo, será la prueba de fuego para saber si los hogares europeos están listos para acoger humanoides cognitivos. Este lanzamiento de 2026 marcará si 4NE1 pasa a la historia como un experimento caro o como el inicio de una nueva era donde los robots conviven en casa como hoy lo hacen los teléfonos inteligentes.
