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Luchador quedó aturdido por nocaut y atacó a golpes al árbitro
El luchador Keith Richardson tuvo un momento de confusión arriba del ring durante un combate y golpeó al árbitro tras perder por nocaut técnico en su combate contra Alberto Blas por el título de la categoría gallo de la promotora Bare Knuckle Fighting Championship (BKFC), una disciplina en la que se boxea sin guantes.
El incidente sobresalió en la velada que se desarrolló anoche en Hollywood, Los Ángeles. Ocurrió en el primer round. Richardson había recibido una serie de golpes que lo dejaron aturdido y se defendía de la vehemencia de su contrincante cuando el réferi Shane Burgos decidió parar la pelea.
Sin embargo, evidentemente desorientado y en medio de un estado de alteración, el peleador no se dio cuenta de que el combate había finalizado y tampoco de quién estaba enfrente suyo, ya que siguió lanzando golpes, pero esta vez contra el árbitro, quien a su vez intentaba abrazarlo para contener la situación. Ante el asombro de los espectadores y mientras Blas festejaba su triunfo, un integrante de la organización del evento rápidamente intervino para separar al luchador y traer calma.
Richardson se refirió al insólito episodio en la rueda de prensa posterior a su derrota y bromeó con prepararse para enfrentar a Shane Burgos al ser consultado sobre el futuro de su carrera. “Ustedes lo salvaron”, les dijo a los periodistas presentes, que rieron con el comentario.
El peleador es un ex integrante de la Marina de EEUU y en los últimos días había recibido la noticia de la muerte de uno de los soldados que sirvió bajo su mando. Por ello, le preguntaron si esto pudo haber influido en su rendimiento. Pero él lo negó. “Tenía la mente clara. Estoy acostumbrado a manejar este tipo de situaciones. Todo el año pasado estuve lidiando con la muerte de mi padre, estoy acostumbrado a lidiar con adversidades. No afectó el resultado”, admitió.
Luchador perdió una pelea y al mismo tiempo a su novia
El mundo de las artes marciales mixtas vivió un episodio insólito durante el combate de la empresa Clash of the Stars, protagonizado por los peleadores checos Lukas Bukovaz y Patrik Horvath contra Jan Michalek. La pelea, que ya tenía suficiente dramatismo sobre el ring al enfrentarse dos vs uno, se transformó en un espectáculo aún más impactante cuando Bukovaz, quien fue derrotado junto a su compañero, decidió pedirle matrimonio a su novia en ese mismo escenario lleno de 20.000 espectadores.
A pesar de la frustración por haber caído ante un solo oponente, Bukovaz buscó la manera de levantar su espíritu en un ambiente seguro y con la mujer de sus sueños. Sin embargo, la situación que se desarrolló posteriormente, lejos de mejorar su ánimo, terminó en una “doble derrota” pública, como lo titularon los seguidores en sus redes.
Después de la pelea, la novia de Bukovaz subió al escenario sin imaginar la sorpresa que le esperaba. El peleador se arrodilló frente a ella y, con gesto, le acercó la mano para ofrecerle el anillo de compromiso. “¿Te quieres casar conmigo?”, le preguntó Bukovaz, según replicó el periódico británico Daily Mail. Su novia, claramente sobrepasada por la situación, respondió con frialdad: “Basado en todo lo que ha sucedido, creo que probablemente no. No lo creo”.
La negativa dejó al luchador y a los espectadores en un estado de shock. Los abucheos no tardaron en inundar la arena, exacerbándose hasta el punto en que una persona se acercó a la chica y le arrojó agua desde una botella. La situación escaló a un nivel mayor cuando la mujer decidió explicar públicamente el motivo de su rechazo.
Según ella, Bukovaz le había sido infiel con otra mujer, la gota que colmó el vaso en esta noche ya de por sí desafortunada para el luchador. En un clip publicado posteriormente en su cuenta de Instagram, el checo negó rotundamente las acusaciones de infidelidad, buscando limpiar su nombre.