Por: Natalio Cosoy (Argentina)
Con nuestro corresponsal en Buenos Aires, Natalio Cosoy.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, dijo que la salida de la Organización Mundial de la Salud “le da al país mayor flexibilidad para implementar políticas adaptadas al contexto de intereses que requiere Argentina”.
La decisión, según el vocero, «se sustenta en las profundas diferencias respecto a la gestión sanitaria, especialmente en la pandemia», de covid-19. Además, cotinuó: «Los argentinos no vamos a permitir que un organismo internacional intervenga en nuestra soberanía, mucho menos en nuestra salud».
Adorni agregó que la decisión no representa pérdida de fondos ni afectará la calidad de los servicios sanitarios.
Sin embargo, voces críticas de la decisión del gobierno señalaron que con ella se perderán, entre otras cosas, el acceso a medicamentos a precio reducido, la cooperación en emergencias sanitarias y el financiamiento para vacunas.
Según la Fundación Soberanía Sanitaria, por la salida de la Organización Mundial de la Salud, Argentina “puede verse debilitada en materia de preparación y organización frente a futuras pandemias u otras crisis sanitarias, pero también ante la posibilidad de financiamiento para la compra de insumos sanitarios”.