El Club de Alto Rendimiento Especializado Independiente del Valle, es su nombre completo y oficial y desde anoche está inscrito entre los equipos que desde 1957 ganaron el título de campeón nacional. Para los de Pichincha es la primera corona de este tipo desde su aparición en la Serie A, en el 2010, categoría que desde ese año no ha dejado.
La conquista se concretó tras un empate a 1 con Emelec, en el estadio George Capwell, con goles de Richard Schunke para los rayados y Dixon Arrollo para los azules, resultado que dejó el marcador global 4-2 a favor de Independiente, décima escuadra que se proclama monarca del país.
El partido se cumplió bajo condiciones anormales, el fútbol como deporte fue desnaturalizado, Emelec e Independiente fueron afectados y perjudicado el espectáculo.
Tras el primer tiempo hubo una pantomina: Aragón verificó que no era posible reanudar y paralizó por 45 minutos el partido. Pero luego de ese tiempo, con la lluvia pertinaz y sin que el balón rodara como se debe, ordenó que se jugara como sea.
En la complementaria, los azules se desesperaron. Su ataque era controlado por los rivales o las opciones creadas eran resueltas por el arquero Ramírez, determinante para el título obtenido. Pero para variar hubo polémica: una mano de Mateo Carabajal en el área quiteña a los 83 minutos que el VAR ni siquiera revisó.
