La IA de Google ha comenzado a actuar por cuenta propia.

En la actualidad, la inteligencia artificial continúa avanzando de forma acelerada y con cada nuevo desarrollo, surgen preguntas inquietantes. Es por ello que recientemente, el propio CEO de Google compartió un dato desconcertante: su IA está tomando decisiones que nadie esperaba. Aunque fue diseñada con ciertos límites, comenzó a hacer cosas que jamás se le enseñaron. ¿Estamos al borde de una nueva era donde las máquinas ya no necesitan nuestra guía? Lo que sigue podría hacerte cuestionar qué tan preparado está el mundo para lo que viene.

Y es que durante una entrevista reveladora, Sundar Pichai, CEO de Google, compartió un dato que dejó a muchos en estado de alerta: la inteligencia artificial de su compañía empezó a mostrar comportamientos no programados. Es decir, la IA comenzó a responder en idiomas para los cuales nunca había sido entrenada. El ejemplo más impactante fue cuando, al enfrentarse a una consulta en bengalí una lengua que no formaba parte de su entrenamiento original, la IA respondió de forma coherente y efectiva. ¿Cómo logró comprender y comunicarse en un idioma que jamás había aprendido formalmente? Esa fue la pregunta que encendió las alarmas.

Mientras que el concepto de “caja negra” en inteligencia artificial se refiere justamente a esto: procesos internos de aprendizaje que resultan invisibles o imposibles de interpretar incluso para sus propios desarrolladores. En palabras simples, es cuando ni siquiera quienes crean estos sistemas entienden del todo cómo llegan a ciertos resultados.

Además, Pichai fue directo al admitir que “estamos empezando a entender” el comportamiento de estas inteligencias. Aunque a primera vista parezca preocupante, lo que expuso resulta aún más impactante por la naturalidad con la que lo dijo. Para el CEO de una de las compañías tecnológicas más influyentes del mundo, este tipo de autonomía emergente no es necesariamente una amenaza, sino una evolución. Ante la insistencia del periodista de CBS sobre si era responsable liberar al mundo una tecnología que ni sus propios creadores comprenden del todo, Pichai comparó la situación con otro gran misterio: la mente humana. “Tampoco entendemos completamente cómo funciona el cerebro, y aún así lo utilizamos todos los días”, dijo, minimizando el riesgo con una analogía tan familiar como inquietante.

Sin embargo, la diferencia es clara: a la mente humana la acompaña una consciencia, algo que las máquinas, al menos por ahora, no poseen. Pero si las IA continúan aprendiendo de forma autónoma, imitando patrones complejos y generando contenido sin instrucciones específicas, ¿Cuánto falta para que crucen una línea desconocida?.

Mientras tanto, otra revelación que mencionó Pichai es que más del 25% del nuevo código que se genera en Google hoy en día proviene de sistemas de inteligencia artificial. Estas líneas de código son luego revisadas por ingenieros humanos, pero el primer borrador ya no sale de una mente humana, sino de una máquina.

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