Pekín registró el domingo 20 nuevos casos de COVID-19, el número más alto en un año y medio, a solo cinco días de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno en la capital china.
Desde el inicio de la pandemia, China ha aplicado una draconiana estrategia de “cero COVID”. Este enfoque ha permitido al país mantener un nivel de infecciones muy bajo respecto a otras grandes economías. Pero en las semanas previas a los Juegos ha tenido que hacer frente a brotes locales en varias ciudades e incluso en la llamada “burbuja olímpica”.
Las aproximadamente 60.000 personas relacionadas con los Juegos deberán, además, someterse a un test de COVID-19 cada día.
Los organizadores anunciaron el sábado un total de 34 casos en la burbuja, elevando a más de doscientos el total registrado desde que se estableció esta separación el 4 de enero.
Los nuevos contagios afectan, entre otros, a 16 personas que son o atletas o funcionarios de los equipos, que dieron positivo al llegar al aeropuerto o una vez ya dentro de la burbuja.
