La navegación robótica en tierra, aire y agua está bien investigada; Numerosos robots han demostrado con éxito el movimiento en estos entornos. Sin embargo, una frontera para la locomoción robótica permanece en gran parte inexplorada: bajo tierra.
La navegación subterránea es simplemente difícil de hacer, en parte porque las fuerzas de interacción del movimiento subterráneo son más altas que en el aire o el agua en órdenes de magnitud y porque carecemos de estas interacciones una sólida comprensión de la física fundamental.
Un equipo de ingenieros de dos universidades estadounidenses ha creado una especie de robot lombriz que se desplaza por entornos subterráneos. Para el desarrollo de ese robot blando que puede excavar en la arena y tierra suave, los investigadores de la Universidad de California en Santa Bárbara y del Instituto de Tecnología de Georgia se inspiraron en la forma en como las raíces de las plantas y algunos animales se abren paso por espacios subterráneos.
El robot cuenta con un ‘brazo’ extensible y en su punta posee una especie de excavadora controlable, mediante la cual puede cambiar de dirección. Mientras esa extensión excava, el cuerpo del robot permanece firmemente anclado sobre la superficie. Ese aparato no solo permite nuevas aplicaciones para movimientos subterráneos rápidos, precisos y mínimamente invasivos, sino que también sienta las bases mecánicas para nuevos tipos de robots, señala la Universidad de California en Santa Bárbara.
Según los desarrolladores del robot, su creación tiene una gran variedad de aplicaciones en tareas que requieren excavación poco profunda a través de medios granulares secos, como muestreo de suelo, instalación subterránea de servicios públicos y control de erosión. Además, el equipo de científicos está trabajando en un proyecto con la NASA para desarrollar madrigueras en la Luna o incluso cuerpos celestes más distantes.
«Creemos que excavar tiene el potencial de abrir nuevas vías y habilitar nuevas capacidades para la robótica extraterrestre», afirmó el autor principal del estudio, Elliot Hawkes.
Los robots son muy adecuados para navegar en entornos extremos como el espacio exterior, los fondos oceánicos o escenas de desastres donde es peligroso o costoso para los humanos ingresar.