Consulta es una apuesta de riesgo

La intención del Gobierno es lograr un chaleco salvavidas que le permita salir a flote en un ambiente adverso de oposición política y rápido desgaste de apoyo popular.

Pero analistas advierten que ese intento por lograr oxígeno es una apuesta de riesgo, que podría complicar la gestión del Gobierno, a más de tres años y medio de su fin.

El primer escollo que debe pasar la consulta popular es el de la calificación por parte de la Corte Constitucional. Algunos abogados consideran que varias preguntas difícilmente podrán superar este filtro.

«La pregunta dos (sobre las extradiciones) se podría caer por restringir derechos de protección», señaló el jurista y consultor André Benavides.

Una de las preguntas anunciadas por Guillermo Lasso se refiere a la unión entre las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional para el control de la seguridad interna.

«Ya la Corte Interamericana de Derechos Humanos dijo que un plebiscito no valida una norma anticonvencional», señaló la abogada y catedrática Lolo Miño.

Militares y policías han patrullando en varias ciudades bajo decretos de excepción. Sin embargo los resultados de estos operativos son cuestionados debido a que índices como el de muertes violentas aumentó en ciudades como Guayaquil, Durán y Samborondón.

El analista Pedro Donoso tiene la teoría de que Lasso puede enfrentarse a tres derrotas. Las dos primeras serían en la calificación de las preguntas y en las urnas.

La tercera sería en un eventual triunfo del Sí en la consulta. «El obtener una victoria podría provocar que la gente espere ver resultados inmediatos y ahí es en dónde la expectativa jugará un papel de alto riesgo para el oficialismo».

El expresidente de la Asamblea Nacional, Alberto Acosta, señala que el intento de Lasso no servirá para sacar a flote a su gobierno. «Si pierde no mejorará la gobernabilidad, pues se agravaría la situación política y por supuesto la inseguridad», señaló.

El asambleísta Fernando Villavicencio, fue uno de los primeros en mostrar su apoyo a las preguntas que presentó Lasso en el parque de la juventud en Carapungo, al norte de Quito.

El presidente de la Comisión de Fiscalización apuntó su munición en contra del correísmo, movimiento con el que mantiene una pugna. «A mi nadie me amenaza, menos los corruptos y mafiosos que desvalijaron este país. Vamos a extraditar a los narcos y a reducir el número de asambleístas».

Otro de los opositores de Correa, el dirigente político Giovanny Atarihuana, consideró que la consulta es la oportunidad de mostrar el rechazo a la gestión de Lasso. «Se viene un plebiscito», señaló.

FUENTE: EL COMERCIO