Colombianos regresan a sus casas tras huir de la violencia de guerrilleros

Este domingo un grupo de 848 personas emprendió el viaje de regreso a sus casas en zonas rurales del departamento colombiano de Antioquia (noroeste) tras huir el mes pasado a la cabecera municipal de Ituango debido a la violencia y las amenazas de disidencias de las FARC.

En total, hasta la semana pasada, eran 4.041 personas de 1.675 familias que se acomodan como pueden en siete escuelas y colegios de Ituango que, por necesidad, se han transformado en improvisados albergues para recibir a los desplazados que huyen de sus tierras por las amenazas que les hacen las disidencias de las FARC.

Los campesinos también huyen de los enfrentamientos entre las disidencias de las FARC con miembros del Clan del Golfo —la mayor banda criminal del país— que se disputan el control de un territorio en donde hay siembras de coca y minería ilegal, que según el Gobierno colombiano son el principal combustible de la violencia que azota a esta parte de Colombia.

El territorio ha ganado importancia para los grupos armados ilegales porque permite la conexión de los departamentos de Antioquia, del que hace parte Ituango; Córdoba y Chocó, y también porque permite la salida al Pacífico y al Atlántico.

“Los grandes responsables del desplazamiento hoy no son los grupos criminales, es el Estado colombiano. El Estado colombiano es el responsable de las 4.000 personas que están perdiendo su patrimonio, que están perdiendo sus bienes, que se están empobreciendo cada días más a causa de un delito de lesa humanidad (desplazamiento forzado)”, dijo Isabel Zuleta, que hace parte del Movimiento Ríos Vivos de Colombia