La electricidad que Ecuador importa desde Colombia será más cara. Las autoridades de energía de ese país vuelven a restringir la venta de hidroelectricidad al país debido al estiaje que también atraviesa ese país.
Colombia restringe otra vez la venta de electricidad a Ecuador. Solo expenderá energía generada por centrales térmicas y no de la que produce en hidroeléctricas. Esta decisión elevará el precio del megavatio.
Por otra parte, el Gobierno de Gustavo Petro ha resuelto que solo venderá energía que le sobre luego de haber atendido su demanda interna
No es la primera vez que Colombia toma esa decisión. En abril pasado ya sucedió. Ecuador llegó a pagar más de 60 centavos por cada megavatio.
El problema para el país es que depende de la electricidad de Colombia para suplir parte del déficit de generación. La última semana se importó electricidad las 24 horas y casi al límite de la capacidad que permite la interconexión entre los ambas naciones.
El miércoles 14 de agosto, por ejemplo, se requirieron 10 800 megavatios.
La intención de la Administración de Daniel Noboa es no tener que emplear permanentemente las hidroeléctricas y mantener los embalses en niveles altos el mayor tiempo posible. Así, el agua será utilizada más adelante, cuando el estiaje se intensifique.
La decisión tomada en Colombia se debe a que aún está recuperando los niveles de los embalses para producir su energía hidroeléctrica. Según el último informe del administrador eléctrico de ese país, los niveles de esos embalses están en un 57 %. El plan es que hasta noviembre suban un 10 %. Ese objetivo les obliga a maximizar el uso de la energía producida por plantas térmicas.
El pasado 15 de agosto, el ministro de Energía y Minas de Ecuador, Antonio Goncalves, suscribió la declaratoria de emergencia en el sector eléctrico ante los primeros signos de estiaje. Mediante esta decisión, el Estado suma esfuerzos para evitar nuevos apagones.
A finales de 2023 y a mediados de abril pasado, sendos periodos de sequía dejaron al descubierto los problemas del sector eléctrico nacional, altamente dependiente de la energía hidroeléctrica y del suministro procedente de Colombia, lo que causó apagones y racionamientos de electricidad programados de hasta trece horas de duración en algunos puntos del país.
El presidente Daniel Noboa declaró, además, en abril el estado de excepción por calamidad pública. Se calcula que cada hora de racionamiento eléctrico provoca en Ecuador pérdidas por unos 12 millones de dólares.