Cinco líderes de la RC5 envían carta a Correa pidiendo renovacion profunda

Los cuatro principales prefectos y un alcalde del correísmo piden una renovación profunda de la Revolución Ciudadana. Lo hicieron en una carta enviada la semana pasada a Rafael Correa y hecha pública hoy: le piden una reunión para dialogar.

No firman, pero son los prefectos Paola Pabón de Pichincha, Marcela Aguiñaga de Guayas, Juan Cristóbal Lloret del Azuay y Leonardo Orlando de Manabí y el alcalde de Quito.

La carta tiene ocho párrafos marcados por el tono de familiaridad cariño hacia Correa y a su proyecto político, del que se declaran ser parte y haber ayudado a construir. No obstante, anotan que no pueden callar, que esa sería la posición más cómoda, pero no la más honesta, y previenen a Correa que lo van a incomodar.

Y lo hacen, critican el liderazgo del partido presidido por Luisa González. No la mencionan, pero ellos creen que el proyecto político enfrenta una crisis que se refleja en una profunda desconexión con el país, sumado a un liderazgo que, lamentablemente, parece haber perdido el rumbo, la escucha y la cohesión interna.

Este párrafo parece describir la situación de la Revolución Ciudadana que, en las últimas tres semanas, ha entrado en una crisis interna, por la violación de una niña de 12 años que ahora tiene en la cárcel al asambleísta correísta Santiago Díaz.

La separación de la legisladora Jhajaira Urresta tras haber acusado a Luisa González de insultarla y a Rafael Correa de no respaldarla. Antes se habían producido cinco deserciones en el bloque y se habían anunciado más.

Los autores de la carta tranquilizan a Correa: su intención, le dicen, no es alejarse del partido ni generar fragmentación, sino “recuperar el sentido común, el rumbo político y la dignidad de un movimiento para qué vuelve a ser, según ellos, el motor de esperanza para Ecuador”, le exigen un nuevo liderazgo.

Desde el sexto párrafo, retoman lo que, para ellos, eran las virtudes de la Revolución Ciudadana. Y llaman a Correa a que, en conjunto, las retomen. Por eso le piden dialogar con una actitud propositiva y constructiva, porque, según ellos, callar es traicionar.

Para mantener el clima de confianza, los cinco dirigentes correístas evitan mencionar casos específicos de corrupción o de escándalo social. Por ahora, su preocupación parece centrada en el manejo de Luisa González a la cabeza de la Revolución Ciudadana. Rafael Correa no se ha pronunciado en sus redes sociales sobre la carta.

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