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El año pasado llegó a conocimiento del mundo del ciclismo una controvertida práctica en el profesionalismo: la inhalación de monóxido de carbono. Esta práctica, sumamente perjudicial para la salud, podía dar un beneficio enorme en competición, ya que expertos en la materia aseguraban que varios días inhalando monóxido de carbono podían equivaler a tres semanas de entrenamientos en altitud. Una mejora, rápida y efectiva que Jonas Vingegaard, a pesar de que equipos como el propio Visma o el UAE la utilizan, puso en duda por los riesgos que conlleva.
Finalmente, tras arduas deliberaciones, el monóxido de carbono saldrá del ciclismo profesional oficialmente a partir del próximo 10 de febrero. “Para proteger la salud de los ciclistas, el Comité de Dirección de la UCI aprobó la prohibición de la inhalación repetida de monóxido de carbono (CO).
La prohibición entrará en vigor el 10 de febrero de 2025″, explicó la UCI sobre una decisión tomada el pasado fin de semana durante los Mundiales de ciclocross, en la que también se profundizó en los riesgos que conlleva la inhalación de este gas:
“Su inhalación repetida puede provocar problemas de salud agudos y crónicos, por ejemplo, dolores de cabeza, letargo, náuseas, mareos y confusión. Estos síntomas pueden empeorar en cualquier momento y derivar en problemas de ritmo cardíaco, convulsiones, parálisis y pérdida de conciencia”.
Sin embargo, existe un pequeño matiz en esta prohibición del monóxido de carbono en el ciclismo (AMA todavía lo permite, aunque la UCI le ha solicitado una investigación): se podrá utilizar por prescripción médica. “El nuevo reglamento prohíbe la posesión, fuera de un centro médico, de sistemas de respiración artificial de CO disponibles en el mercado conectados a botellas de oxígeno y CO.
La inhalación de CO seguirá estando autorizada en un centro médico y bajo la responsabilidad de un profesional médico experimentado en la manipulación de este gas por razones médicas y de acuerdo con las siguientes restricciones: solo se permitirá una inhalación de CO para medir la masa total de Hb (hemoglobina). Una segunda inhalación de CO solo se autorizará dos semanas después de la medición inicial de Hb”, concluye la UCI.
Adiós al ‘calendario a la carta’
Las últimas medidas adoptadas por la UCI no acaban ahí. Y es que a partir de 2026, justo al inicio del nuevo trienio, entrará en vigor la obligatoriedad para los equipos del UCI World Tour de asistir a la gran mayoría de carreras de la máxima categoría mundial, incluidas las grandes vueltas. “Según la nueva regla, será obligatorio para todos los UCI WorldTeams competir en las tres grandes vueltas y los cinco Monumentos (Milán-San Remo, Tour de Flandes, París-Roubaix, Lieja-Bastoña-Lieja y Lombardía).
De las restantes pruebas del calendario UCI WorldTour, los UCI WorldTeams podrán elegir una prueba en la que no competir. No podrán faltar más de cuatro UCI WorldTeams a la misma prueba, y los equipos no podrán ausentarse de la misma prueba más de una vez durante el ciclo de inscripción de tres años (2026-2028). Cualquier plaza vacante en un evento UCI WorldTour que deje vacante uno de los 18 UCI WorldTeams se ofrecerá por invitación a un UCI ProTeam”, aclara la UCI en su comunicado.
Con esta norma se pretende “garantizar la participación de los mejores equipos del mundo en todas las pruebas de ruta más prestigiosas”, lo que a su vez acabaría con la renuncia de equipos de primer nivel a participar, especialmente, en las grandes vueltas. En los últimos años, equipos como el Lotto Dstny renunciaron varias ocasiones a pruebas como el Giro de Italia, en busca de un calendario alternativo que durante esas tres semanas de carrera les fuera más provechoso en términos de puntos, lo que les permitía sacar un mayor botín durante el ranking trienal que les diera más opciones de estar en la máxima categoría del ciclismo profesional.