Bukele reconoce error y deja en libertad a 8000 detenidos inocentes luego de dos años

AFP

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, reconoció este martes 12 de noviembre en su visita a Costa Rica que durante sus operativos contra las pandillas, alrededor de 8.000 personas inocentes fueron detenidas y posteriormente liberadas.

Bukele respondió así a las acusaciones de organizaciones no gubernamentales (ONG) de izquierda, que afirmaron que hasta 30 000 inocentes fueron arrestados bajo su régimen de excepción.

«Ellos han inventado esa cifra de 30 000 inocentes detenidos», declaró Bukele, tras visitar una prisión costarricense junto a su homólogo Rodrigo Chaves, en el marco de una visita oficial de dos días.

Según las ONG Socorro Jurídico Humanitario, Cristosal y MOVIR, alrededor de 30 000 personas serían inocentes entre las 83 000 detenidas sin orden judicial, bajo el estado de emergencia que ha estado vigente en el país desde marzo de 2022.

El presidente salvadoreño explicó que, aunque las fuerzas policiales no son perfectas, estos casos no son exclusivos de El Salvador y ocurren en otros países como Costa Rica, Francia, Alemania, Inglaterra o Estados Unidos.

Bukele destacó que el gobierno ya ha liberado a 8 000 personas inocentes y aseguró que planean liberar al 100% de aquellos detenidos injustamente.

En cuanto a las críticas sobre las detenciones, defendió que El Salvador era uno de los países más violentos del mundo antes de 2022. En la actualidad, se encuentran sin conflicto bélico, y que tras la implementación de su estrategia de seguridad, los homicidios han alcanzado niveles históricos bajos en 2023 (2,4 por cada 100 000 habitantes).

El mandatario reconoció que algunas detenciones fueron equivocadas, pero insistió en que no hubo intención de dañar a personas inocentes. Además, acusó a las ONG de estar vinculadas con el partido opositor Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), exguerrilla de izquierda.

Organizaciones como Amnistía Internacional, Human Rights Watch y ONG locales han denunciado detenciones arbitrarias y más de 300 muertes bajo custodia estatal desde que Bukele lanzó su ofensiva contra las pandillas.