Aumento salarial preocupa al sector productivo

El incremento de USD 25 para el salario básico unificado (SBU) en 2022 aumenta los costos de producción que tendrán que afrontar los sectores productivos, remarcan sus representantes.

En sectores como el cacaotero y el florícola, la mano de obra que gana el salario básico representa entre el 80% y 90% del total de trabajadores.

Francisco Miranda, presidente de la Asociación Nacional de Exportadores de Cacao del Ecuador (Anecacao), expresó hoy, martes 14 de diciembre del 2021, que existe preocupación por el alto impacto que tendrá el alza en sus costos de producción.

El sector florícola también cree que el incremento afectará la competitividad del producto en el exterior. Klaus Graetzer, presidente de la Corporación de Floricultores de Tabacundo, señaló que el 50% del valor de cada tallo corresponde a mano de obra. Así, el aumento salarial implicará un impacto en sus costos de producción.

Para Graetzer, ahora el Gobierno tiene la responsabilidad de impulsar al sector productivo con acciones para mantener la competitividad. 

En general, el nuevo valor del SBU tendrá un impacto en el sector agroexportador, afirmó Rodrigo Gómez de la Torre, empresario agrícola y representante del sector empleador.

A los problemas existentes para las exportaciones, Gómez de la Torre agregó que ahora el sector tiene costos más altos en la importación, por escasez de materias primas e insumos para la producción agropecuaria.

José Villavicencio, presidente de la Unión General de Trabajadores del Ecuador (UGTE), señaló que la medida beneficia a unos 330 000 trabajadores. “Esto va a permitir que en algo mejore la economía y se acorte la brecha entre salario y canasta básica familiar”.

Por su parte, Édgar Sarango, presidente de la Confederación de Trabajadores del Ecuador (CTE), señaló que el incremento permitirá reactivar la economía, a través de mayor consumo.

Agregó que la noticia es también un aliciente para mejorar la productividad y desempeño dentro de los ambientes laborales.

FUENTE: EL COMERCIO