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En una tarde marcada por el caos y la suspensión de la última etapa de LaVuelta 2025, los ciclistas no quisieron quedarse sin su foto de recuerdo. Jonas Vingegaard, Joao Almeida y Tom Pidcock, los tres hombres que coparon el podio de la general, improvisaron una ceremonia muy especial lejos de la habitual ‘alfombra roja’ del Paseo de la Castellana. No fue una foto oficial, casi ‘clandestina’ en un parking de hotel.

El escenario fue tan insólito como simbólico: el parking del hotel que compartían el Visma y el Q36.5, convertido por unas horas en improvisado podio que duró una hora. Allí, ante el telón de publicidad que habitualmente acompaña las entrevistas en meta, los tres campeones se colocaron en orden, levantaron sus trofeos y sonrieron a las cámaras en una imagen que quedará para la historia. Lo hicieron subidos a unas neveras, llenas por dentro, donde colocaron los tres números del podio.

Además, no sólo posaron los tres primeros. Estuvieron todos los maillots y, por supuesto, todos los ciclistas de los Emiratos Árabes Unidos para la clasificación general por equipos.
La postal simboliza el cierre de una edición convulsa, con etapas recortadas, protestas constantes y la suspensión de la jornada final en Madrid. Sin embargo, también refleja el espíritu de los corredores, capaces de encontrar un momento de celebración y camaradería incluso en medio de la tormenta.

Vingegaard, vestido con La Roja, Almeida con los colores del UAE y Pidcock con el maillot de Q36.5, dieron forma a un podio alternativo que ya forma parte de la memoria de LaVuelta. Una historia curiosa para el futuro.
La organización había anunciado en torno a las 17:30 horas, una hora antes de la ocupación del recorrido tras el paso de los ciclistas por el Templo de Debod, un cambio de recorrido en la etapa y que no había sido comunicado previamente, modificando la entrada a Madrid.
GENERAL

PUNTOS

JOVEN

MONTAÑA

TEAM

En concreto, se había evitado el paso por el centro de Alcobendas y los ciclistas continuaron por una variante. Miles manifestantes propalestinos ya habían ocupado para entonces el recorrido en varios puntos del centro y la Policía cargó contra ellos.

El pelotón transitaba a 56 kilómetros para llegar a meta cuando un grupo de manifestantes detuvo el pelotón. Instantes después, los ciclistas reanudaron la marcha, pero ante las noticias que llegaban de la zona de meta y otras calles céntricas, la organización decidió desviar la carrera hasta los Jardines del Palacio Real.

Tras las conversaciones con el director de carrera se detuvo definitivamente la carrera. Los ciclistas esperaron sobre el terreno con sus bicicletas para ser escoltados por la Policía hacia los vehículos de equipo o sus hoteles.







