Fue una decisión inesperada que sorprendió a los militares. El presidente Daniel Noboa cambió este lunes 1 de septiembre a toda la cúpula de las Fuerzas Armadas, a tres días de la visita del secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, para hablar de seguridad y defensa.
El Gobierno informó la decisión en un comunicado de cuatro párrafos, en el que dijo que el Presidente dispuso la renovación de la cúpula ante una «nueva fase de la guerra».
El Estado pierde la guerra contra el narco
Una guerra que, según los datos oficiales, el Estado está perdiendo ante los grupos de delincuencia organizada vinculados al narcotráfico.
En un año siete meses de conflicto armado interno, el Bloque de Seguridad no ha logrado contener la violencia criminal.
Durante el primer semestre de este año, hubo 4 619 muertes violentas, 47 % más que en el mismo período de 2024. Esto equivale a 25 homicidios diarios, más de uno por hora, según el Observatorio de Crimen Organizado.
Los cambios de Noboa en la cúpula militar
Se desconoce la estrategia de la nueva fase de la guerra de la que habla el Gobierno, pero la consigna está vigente, según el último discurso del nuevo jefe del Comando Conjunto, Henry Delgado, el 10 de agosto, como Comandante del Ejército. «La consigna para aquellas amenazas que tenemos presentes es la cárcel o el infierno».
Con los cambios de este lunes, cinco oficiales de alto rango salieron de las Fuerzas Armadas. Tres de la Armada, uno del Ejército y uno de la Fuerza Aérea.
En abril pasado, Noboa hizo los primeros cambios en la cúpula militar, cuando cesó al comandante del Ejército, Fernando Adatty, y al de la Armada, Miguel Córdova, por diferencias con el entonces jefe del Comando Conjunto, Jaime Vela, quien delegó a cada fuerza la conducción de las operaciones militares contra los grupos armados organizados.
Además, por los cuestionamientos que ambos oficiales hicieron a la millonaria compra de cascos y chalecos por parte del Ministerio de Defensa para las Fuerzas Armadas, que ahora investiga la Contraloría.