China exhibió robots humanoides con capacidad de comprensión y adaptación en tiempo real.

Recordemos lo que hace años atrás, sólo parecía un guion de ciencia ficción empieza a tomar forma y materializarse en los salones de exhibición de Shanghái. Ahora, China ha dado un paso adelante en la carrera global por la robótica humanoide y lo ha hecho a lo grande, mostrando su músculo tecnológico y dejando un mensaje inequívoco: no solo quiere participar en el futuro, quiere liderarlo.

La ciudad de Shanghái fue el epicentro mundial de la inteligencia artificial y la robótica humanoide. Con más de 80 compañías presentaron cerca de 150 modelos de robots, muchos de ellos debutando ante el público por primera vez. La feria no se limitó a mostrar avances técnicos, sino que funcionó como una declaración estratégica: China busca llevar estas tecnologías del laboratorio a la vida cotidiana y escalar su producción hasta convertirla en una industria de alcance global.

No obstante, uno de los protagonistas fue el nuevo brazo robótico de Dobot, potenciado por el modelo VLA de Tencent, capaz de integrar visión, lenguaje y acción para comprender órdenes, corregirse y actuar con criterio propio. La escena recordó que el desarrollo de estos androides no solo busca fuerza y precisión, sino también autonomía y capacidad de decisión.

Mientras que uno de los modelos más comentados fue el Unitree, que presentó androides con habilidades inesperadas, desde practicar boxeo hasta realizar caligrafía. Deep Robotics llevó cuadrúpedos que ya funcionan en fábricas y escuelas, mientras Keenon presentó a XMAN, diseñado para revolucionar el sector servicios. Cyborg Robotics apostó por la fuerza industrial con un prototipo preparado para entornos de trabajo pesados.

Según Jiang Lei, experto en IA embebida, lo más sorprendente es que estos robots ya no solo ejecutan tareas programadas: ahora perciben, razonan y se adaptan en tiempo real. Aunque Estados Unidos mantiene ventajas en áreas como la biomecánica, China aprovecha su potencia productiva y dominio de datos para acelerar un desarrollo que apunta más allá de sus fronteras.

La intención parece clara: el futuro de la robótica humanoide podría escribirse en mandarín… y quizás, mucho antes de lo que imaginamos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *