Ingenieros espaciales crearon un prototipo lunar para que los astronautas trabajen en la Luna.

En esta actualidad, con una renovada carrera por conquistar la superficie lunar, una propuesta tecnológica está acaparando todas las miradas. Se trata de un innovador vehículo lunar que promete transformar la forma en que los astronautas se desplazarán y trabajarán en la Luna. Este prototipo, respaldado por grandes nombres de la industria, ya ha superado pruebas cruciales y espera su oportunidad para hacer historia.

Es así que durante el Simposio Espacial 2025, celebrado el pasado 8 de abril en Colorado Springs, la empresa Lunar Outpost presentó al mundo la más reciente versión de su vehículo terrestre lunar, conocido como Eagle. Esta creación forma parte de la competencia organizada por la NASA para elegir el rover que acompañará a las futuras misiones tripuladas del programa Artemis. Desde abril de 2024, Lunar Outpost compite como uno de los tres finalistas, junto a Intuitive Machines y Venturi Astrolab, en una carrera contra el tiempo para desarrollar un vehículo apto para la hostilidad del entorno lunar.

Sin embargo, Eagle, que ya va por su cuarta versión, ha sido desarrollado con el apoyo de socios de alto perfil como General Motors, Goodyear, MDA Space y Leidos. Todos ellos aportaron conocimientos clave del sector automotriz y aeroespacial. AJ Gemer, director de tecnología de Lunar Outpost, lo describió como “el camión espacial por excelencia”. Desde su concepción, Eagle fue diseñado para ser versátil y resistente. Entre sus características destacan una plataforma de carga modular, un brazo robótico para manejar instrumentos científicos y carga útil, así como un avanzado sistema de navegación autónoma que puede operar con o sin tripulación.

Además, su capacidad de funcionamiento durante la noche lunar que puede durar hasta 14 días terrestres con temperaturas inferiores a los -170°C representa uno de sus mayores logros técnicos. Según Lunar Outpost, el vehículo no solo resiste estas condiciones, sino que mantiene su operatividad, lo que podría extender considerablemente su vida útil. Asimismo, el Eagle tiene la capacidad de actuar como centro de comunicaciones, gracias a su sistema de relés de alta capacidad, y puede desempeñar funciones científicas en movimiento, algo esencial para futuras misiones de exploración prolongada.

Este proceso de desarrollo ha sido acelerado y desafiante. En menos de un año, se produjeron cuatro prototipos funcionales, cada uno con mejoras significativas en su diseño y rendimiento. Por su parte, Justin Cyrus, director ejecutivo de Lunar Outpost, enfatizó la importancia de una movilidad segura y confiable en la superficie lunar como eje para el desarrollo de una futura economía cislunar. Sin embargo, no todo ha sido éxito sin tropiezos. En febrero de 2024, un pequeño rover de prueba de la empresa fue enviado a bordo del módulo IM-2 de Intuitive Machines. Aunque no logró desplegarse debido a problemas en el aterrizaje, el equipo consiguió mantener conectividad por más de 200 horas, lo que permitió validar tecnologías fundamentales.

Finalmente, luego de su destacada presentación, el Eagle enfrentará una Revisión Preliminar de Diseño (PDR), en la que se evaluará su capacidad para cumplir con los exigentes requisitos técnicos de una misión tripulada lunar. Este paso es crucial antes de que Lunar Outpost pueda formalizar su propuesta final. La NASA seleccionará al proveedor definitivo del Vehículo Terrestre Lunar antes de que termine el año. Si Eagle resulta elegido, formará parte de la misión Artemis V, programada para 2030, marcando un avance decisivo en la consolidación de la presencia humana sostenida en la Luna.

Con ello, una decisión histórica se avecina, y Eagle está más que listo para alzar vuelo.

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