Para empezar, la pregunta del millón es ¿Estamos realmente ante el futuro de la movilidad o simplemente ante otro prototipo con más promesas que realidad?. Los avances tecnológicos cada vez sorprende más, recientemente Alef Aeronautics mostró en acción su revolucionario vehículo, el Model A, que promete ser el primer coche volador real del mundo. Sin embargo, lo que se ha visto hasta ahora se asemeja más a un eVTOL con ruedas que a los coches flotantes que nos vendió el cine.
El sueño hecho realidad en uno los coches voladores que ha sido una constante en la ciencia ficción, pero la realidad ha demostrado que transformar esta idea en algo funcional es un reto colosal. La startup Alef Aeronautics asegura haber dado el primer paso con su Model A, un vehículo eléctrico que puede elevarse del suelo y recorrer distancias considerables tanto por tierra como por aire. No obstante, su demostración reciente ha dejado más dudas que certezas. ¿Estamos realmente ante una revolución en el transporte o es simplemente una estrategia de marketing para atraer inversores?.

Lo cierto es que Alef Aeronautics presentó su Model A en una prueba donde el vehículo logró elevarse y aterrizar con aparente precisión. Sin embargo, la falta de transparencia en la exhibición ha generado escepticismo. No se mostró si el coche tenía piloto dentro, ni se permitió a los periodistas acercarse demasiado. Además, el Model A entra en la categoría de vehículo eléctrico de baja velocidad, lo que en EE.UU. y Canadá lo equipara más a un carrito de golf que a un coche convencional. Su velocidad máxima en tierra será de 40 km/h (25 mph), lo que limita severamente su utilidad como medio de transporte terrestre.

Sin embargo cuando nos referimos a su autonomía, Alef asegura que podrá recorrer 320 km en carretera o 177 km en vuelo, aunque sin especificar cuántos pasajeros podrá llevar ni qué comodidades ofrecerá a bordo. El Model A tiene más similitudes con un eVTOL (vehículo eléctrico de despegue y aterrizaje vertical) que con un coche tradicional. Este tipo de aeronaves están diseñadas para elevarse y desplazarse en el aire como drones de gran tamaño, y varios fabricantes ya están trabajando en modelos similares.
No obstante, empresas como Xpeng AeroHT han desarrollado conceptos híbridos que incluyen un coche con un eVTOL integrado en el maletero, lo que podría ser una solución más práctica que el enfoque de Alef Aeronautics.
En cuanto al precio del Model A se ha fijado en 299.999 dólares, lo que lo convierte en un artículo de lujo más que en una alternativa de movilidad accesible. Para ponerlo en perspectiva, cuesta más que un Tesla Model S o un Ferrari Roma Spider, y solo 50.000 dólares menos que un helicóptero Robinson R22 Beta II. Pese a ello, Alef asegura haber recibido más de 3.200 pedidos y planea iniciar la producción a finales de 2025 o principios de 2026. Desde su fundación en 2015, Alef Aeronautics ha avanzado paso a paso, desde bocetos iniciales hasta pruebas en túneles de viento y simulaciones computarizadas. En 2019 lograron hacer volar su primer prototipo a escala real.

No hay duda de que el Model A es un avance en la dirección correcta, pero su utilidad real sigue siendo cuestionable. Las limitaciones de velocidad, su elevado precio y la falta de regulación para este tipo de vehículos hacen que su comercialización a gran escala aún parezca lejana. El futuro de los coches voladores está cada vez más cerca.