Como cada año, France 24 hace una lista de los competidores más destacados en esta temporada que coincide con París 2024, la justa cumbre del deporte universal. Bajo los cinco aros o al margen de ellos, muchos campeones firmaron el libro dorado de estos 365 días, haciendo la selección particularmente difícil.
Rodri: un obrero entre virtuosos – Fútbol
Cuando el mediocampista del Manchester City subió al escenario del teatro Chatelet apoyado en sus muletas para recibir un Balón de Oro salpicado de polémica, ya habían pasado 64 años desde la última vez que un futbolista español recorrió un camino similar.
El premio a Rodri terminó siendo un reconocimiento al aporte silencioso de un hombre que mueve los hilos sin grandes aspavientos, que hace funcionar al Manchester City como un mecanismo tan atinado, que desde que salió al minuto 21 del partido contra el Arsenal con el ligamento cruzado y un menisco de la rodilla derecha rotos, el equipo celeste apenas ha podido ganar poco más de un tercio de los partidos que ha jugado entre Premier League, Champions y Carabao Cup.
La temporada que entraba dentro del periodo oficial de méritos del Balón de Oro la vivió en una posición inusualmente protagónica, con títulos en la Euro (donde fue considerado el mejor jugador del torneo), la Premier League, el Mundial de Clubes y la Supercopa de Europa, marcando 12 goles y repartiendo asistencias para otros 15.
Aitana Bonmatí: la dueña del gol – Fútbol femenino
El Barcelona femenino se llevó todo lo que se podía ganar la temporada pasada: la Liga F, la Copa de la Reina, la Champions femenina (la segunda en los últimos tres años) y la Supercopa de España.
Una mediocampista fue pilar de esta campaña de ensueño: Aitana Bonmatí, considerada la mejor jugadora tanto en la Champions como en el otro trofeo que celebró en 2024, el título para España en la edición inaugural de la Liga de Naciones.
Léon Marchand: Francia sobre los hombros – Natación
Léon Marchand no tuvo miedo de prometer cuatro doradas en cuatro pruebas individuales al país anfitrión de los Juegos Olímpicos y tampoco tuvo dudas en cada salida a la piscina para acompañar esos oros con sendos récords olímpicos, mientras Francia entera se detenía para rendirse a los pies de la gran estrella de París 2024.
Apenas una semana le tomó convertirse en el nuevo ídolo de las piletas, pero antes de eso ya había hecho méritos para apuntarse de candidato.
Entrena en Estados Unidos a las órdenes de Bob Bowman, el mismo hombre que hizo grande a Michael Phelps, y de su mano logró 10 títulos de la NCAA para la Universidad de Arizona, y quebró el último registro mundial que quedaba vigente del “tiburón de Baltimore”, el de los 400 m estilos, en el Mundial de Fukuoka en 2023. En esa ocasión el propio Phelps fue el primero en celebrar y ungirlo como su heredero.
Simone Biles: de vuelta del infierno – Gimnasia
Una mirada confusa y errática sustituyó la expresión habitualmente segura de Simone Biles en su anterior experiencia olímpica, cuando se retiró de cinco de las seis finales de Tokio 2020 aduciendo problemas de salud mental, y convirtiéndose en la primera gran figura que usaba el escenario olímpico para visibilizar este flagelo, que todavía hoy confiesan muchos menos atletas de los que lo padecen.
Biles volvió a sonreír tres años después en París 2024 porque no solo fue capaz de salir del calvario en el que la habían sumido los “twisties”, ese fenómeno exclusivo de los gimnastas que implica la pérdida de ubicación espacial mientras se ejecutan intrincadas rutinas en el aire, sino también por dejar atrás las secuelas de un abuso sexual expuesto al ojo público, el del médico Larry Nassar contra ella y al menos 265 deportistas más.
Ella regresó al escenario olímpico para convertirse en la gimnasta más laureada de la historia, con 41 medallas entre Juegos Olímpicos y campeonatos del mundo, y en la atleta estadounidense de su deporte con más preseas en la justa de verano. En París fueron tres oros (concurso general, por equipos y salto), además de plata en suelo.
Rebeca Andrade: en la cima para quedarse – Gimnasia
Rebeca Andrade siempre había sido evaluada a partir de los vacíos que había ayudado a llenar: el de Simone Biles, cuya ausencia de dos años la tuvo como protagonista indiscutible, y el de las atletas rusas, afectadas por el veto tras la invasión a Ucrania, y consideradas permanentes favoritas en el escenario de la gimnasia.
París 2024 le sirvió para confirmar que, al menos en el primer escenario, tiene argumentos para seguir en la cima. Biles tuvo que echar mano de su ejercicio imposible, el Yurchenko doble carpado, para acabar con el favoritismo de la brasileña en el salto al potro, donde defendía su corona de Tokio 2020 y también del último mundial.
Pero incluso poniendo en práctica otro elemento con su firma, el Biles II para rutina de suelo, triple doble en posición flexionada, la estadounidense no pudo evitar que Rebeca le arrebatara el oro de manos libres.
Era la primera vez que Simone Biles resultaba derrotada en piso, y también la cuarta medalla de Rebeca en París 2024, porque antes se había quedado con la plata del salto y el concurso completo, y había conducido a Brasil a un histórico bronce por equipos.
Julien Alfred: reconfigurando el mapa – Atletismo
Cuando Julien Alfred ganó los 60 metros planos del Mundial Indoor de Glasgow a principios de año, pocos sabían de la existencia de una pequeña isla en el Caribe llamada Santa Lucía, su tierra natal.
Meses más tarde, Julien terminaría de dar forma al mapa de la velocidad femenina, cuando se coronó en los 100 m planos de los Juegos Olímpicos, por delante de la favorita Sha’Carri Richardson, y se colgó la plata de los 200 m, por detrás de Gabby Thomas, ganando las primeras medallas de la historia para su país.
Para entonces sus orígenes como una atleta de pies descalzos corriendo con su uniforme escolar habían quedado muy lejos. Antes de Glasgow, Julien ya era una protagonista habitual del muy competitivo atletismo colegial de Estados Unidos, la NCAA, con los Longhorns de la Universidad de Texas.
De hecho, fue la primera mujer del Big 12 (la Conferencia a la que pertenece su casa de estudios) en completar el doble doble de la velocidad:100 m y 200 m al aire libre, y 60 m y 200 en pista cubierta en la misma temporada, la de su año de graduación, lo que le valió recibir el galardón más importante del atletismo universitario, el premio Bowerman de 2023.
Max Verstappen: un tetracampeón exigido – Fórmula 1
No siempre lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas. En la «ciudad del pecado», Max Verstappen ganó su apuesta más osada, la de convertirse en campeón mundial por cuarto año consecutivo, esta vez en un entorno completamente adverso.
Por primera vez desde la coronación inicial en Abu Dhabi en 2021, el título de pilotos le llegó luego de haber sido exigido hasta el último segundo, en una temporada llena de sobresaltos dentro y fuera de las pistas, y de asedio por parte de Lando Norris, que además le arrebató el doblete, al asegurar para McLaren la corona de constructores.
Luego de dos campañas en las que no hubo más protagonistas que los Red Bull, 2024 comenzó con el pie izquierdo, con la investigación por un supuesto acoso contra el director de la escudería, Christian Horner, y siguió con una costosa pérdida, la del hombre que hizo la diferencia con sus diseños, Adrian Newey, que anunció su salida para irse a Aston Martin en 2025.
Tadej Pogačar: un año redondo – Ciclismo
Los límites del asombro fueron este año un poco más allá en el ciclismo mundial. Remco Evenepoel se convirtió en el primer corredor de la historia que domina las dos pruebas del ciclismo de ruta en la misma edición de los Juegos Olímpicos, la carretera y la contrarreloj; y Primož Roglič ganó por cuarta vez la Vuelta a España, empatando el récord de más títulos en este evento.
Ninguna de estas hazañas puede compararse con la temporada que vivió Tadej Pogačar. No sólo regresó a la cima del Tour de Francia, superando con pasmosa comodidad al hombre que por dos años seguidos lo privó de la cima de la Grande Boucle, Jonas Vingegaard, sino que además se apuntó el Giro de Italia con seis victorias de etapa y la ventaja más grande en casi 60 años, los 9:56 minutos que le sacó al colombiano Daniel Martínez.
El doblete Giro-Tour no se lograba en el mismo año desde 1998, cuando lo consiguió Marco Pantani. Se trata de una hazaña reservada a las leyendas porque en la lista de apenas siete hombres que lo completaron antes que él se asoman nombres como los de Fausto Coppi, Jacques Anquetil, Eddy Meckx y Miguel Indurain.
Por si fuera poco, Pogačar dominó el Mundial de Ruta en Suiza y fue el ganador del premio Eddy Merckx, que reconoce a los mayores vencedores de clásicas y «Monumentos», luego de sus triunfos en la Lieja-Bastoña-Lieja, el Giro de Lombardía y la Strade Bianche.
La vitrina de 2024 también incluyó los títulos de la Vuelta a Cataluña, el Grand Prix de Montreal, el Giro dell’Emilia y un podio en la Milán-San Remo.
Lotte Kopecky: salir de la sombra – Ciclismo femenino
Por muchos años, y a pesar de sus innegables méritos individuales, la belga Lotte Kopecky vivió a la sombra de dos gigantes neerlandesas: la hoy retirada Annemiek van Vleuten y Demi Vollering, que hasta este año fue su compañera en el SD Worx-Protime.
En 2024, sin embargo, le llegó la hora de los primeros planos, con una temporada casi perfecta.
Kopecky terminó ganando el premio Vélo D’Or (el Balón de Oro del ciclismo) y también el Eddy Merckx a la mejor corredora de clásicas del año.
En sus vitrinas terminaron los trofeos de un Monumento, la París-Roubaix, y dos clásicas, la Strade Bianche y la Nokere Koerse, además de coronas en el Tour de Romandie, el Simac Ladies Tour, el Tour de Bretaña y el de los Emiratos Árabes Unidos.
Shohei Ohtani: una reinvención poderosa – Béisbol
La llegada de Shohei Ohtani a los Dodgers de Los Ángeles, luego de firmar el contrato más grande en la historia del deporte (700 millones de dólares), no comenzó con el pie derecho.
El escándalo de la detención de su intérprete Ippei Mizuhara por haber sustraído dinero de sus cuentas para pagar deudas de juego, proyectó sobre él una ominosa sombra, la del pecado capital más grave del béisbol: las apuestas.
Pero el japonés logró salir bien librado de los desafíos dentro y fuera del terreno, con una temporada que además le dejó su primer anillo de Serie Mundial.
Era el primer año de su carrera profesional en el que no compartía la función de bateador con la de lanzador, pues aún se recuperaba de una operación de ligamentos en el codo.
Nadie imaginaba que se convertiría en el primer hombre de la historia que completaba un año de 50 cuadrangulares y 50 bases robadas. Entre sus muchas destrezas, Ohtani no había mostrado ser particularmente eficaz para correr las bases. Hasta 2024. Este año estafó 59 almohadillas, más del doble de su plusmarca personal anterior, las 26 que robó en 2021.
A la ofensiva, casi todo fueron récords: 54 vuelacercas (ocho más que su mejor año, 2021), 134 carreras anotadas, 130 impulsadas, 197 sencillos (46 más que su tope anterior), 38 dobles y .310 de promedio de bateo. Sólo en el renglón de triples (7) se quedó a uno de su récord anterior.