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El UAE Team Emirates ha dejado claro desde diciembre que 2026 no será un año de improvisaciones. El reparto de grandes vueltas está decidido, jerarquizado y pensado a largo plazo. Tadej Pogacar sigue siendo el eje absoluto del proyecto, el corredor alrededor del cual gira todo, pero a su alrededor el equipo ha diseñado dos caminos distintos para sus otras grandes bazas: João Almeida e Isaac del Toro. Tres líderes, tres calendarios diferenciados y un plan común: que el equipo sea más fuerte, más estable y más reconocible en todos los frentes.
EL TOUR

Pogacar, el jefe total, no cambia el guion. El esloveno volverá a centrar su temporada en el Tour de Francia, su gran obsesión y el escenario donde quiere seguir ampliando una leyenda que ya es histórica. A la Grande Boucle sumará, como objetivos prioritarios, el Mundial y el Europeo, en una temporada que vuelve a tener un marcado acento de campeonatos. Debutará en Strade Bianche y se le espera también en San Remo, Flandes, Roubaix y Lieja, antes de afrontar el gran reto del año: el Tour. Todo el proyecto se construye desde ahí. El esloveno no cerró la puerta a LaVuelta y se estrenará en Romandía y Suiza en un calendario bastante similar al del curso pasado.

La gran novedad está en Isaac del Toro. El mexicano, segundo en el Giro de Italia 2025 y portador de la maglia rosa durante once etapas, da el salto definitivo. En 2026 no volverá a la ronda italiana. Su gran objetivo será el Tour de Francia, una carrera que para él tiene un valor casi emocional. “Disputar el Tour era un sueño desde niño y ahora voy a poder cumplirlo”, reconoció en Benidorm, donde el equipo realiza su concentración invernal. Del Toro debutará en la Grande Boucle como uno de los pilares del bloque de Pogacar. No como líder, pero sí como un escudero de lujo, con margen para aprender, crecer y asumir responsabilidades en carrera.


El propio Isaac asume ese rol con naturalidad y sin ansiedad. “Trataré de disfrutarlo, porque no se trata de estar siempre con él, sino también de disfrutar del ciclismo”, explicó, dejando claro que el objetivo principal será absorber experiencia al más alto nivel. El UAE cree que el Tour es el mejor escenario para su progresión a medio plazo, también desde el punto de vista mental. “Disputar el Tour es necesario para conocer la carrera y poder intentar ganarla algún día”, admitió el mexicano, que no oculta su ambición a largo plazo: “No quiero ponerme presión, pero claro que me gustaría llegar algún día al nivel de Tadej”.

Del Toro llegará a julio con un calendario exigente y muy bien medido: UAE Tour, Strade Bianche, Tirreno-Adriático, Milán-San Remo, Itzulia y el Dauphiné como banco de pruebas final. Un programa que combina clásicas, vueltas de una semana y alta montaña, pensado para pulir su motor y su lectura de carrera. En algunas pruebas tendrá libertad y galones propios; en el Tour, su misión será clara: proteger a Pogacar y seguir aprendiendo. “En el Tour se trata más de aprender que de intentar desempeñar un papel más importante”, subrayó. También hay un componente identitario que no pasa desapercibido: “Es especial ver una bandera mexicana en el pelotón, me siento muy orgulloso”, confesó, con la ilusión añadida de poder vestir algún día el maillot nacional en la ronda francesa.
EL GIRO Y LA VUELTA

El tercer vértice del triángulo es João Almeida. El portugués renuncia al Tour de Francia y asume el reto más ambicioso: ir a por todas en el Giro de Italia y la Vuelta a España en la misma temporada. Una apuesta valiente que confirma la confianza plena del equipo en su regularidad y su capacidad para sostener dos grandes vueltas al máximo nivel. “Buscaré competir en todas las carreras y llegar en buena forma al inicio de la temporada”, explicó en Benidorm el corredor luso, de 28 años, segundo en la pasada Vuelta y cuarto en el último Tour.


Almeida hará un bloque sólido de preparación con la Volta a la Comunitat Valenciana, París-Niza, Volta a Catalunya y la Vuelta a Burgos antes de afrontar el Giro como gran objetivo del año. En Italia tendrá liderazgo total y un equipo construido a su medida. Después, ya sin Pogacar en el camino, volverá a cargar galones en LaVuelta, donde buscará dar ese paso definitivo que su regularidad viene reclamando desde hace tiempo. Es, probablemente, la temporada en la que más cerca estará de convertir su constancia en una grande.
Así se reparte el poder en el UAE Team Emirates: Pogacar, intocable y referencia global; Almeida, líder absoluto en Giro y Vuelta; Del Toro, heredero en formación y socio clave en el Tour. Un reparto quirúrgico, sin conflictos internos y con un mensaje rotundo al pelotón: el equipo más fuerte del mundo no solo tiene talento. También tiene un plan, y lo ejecuta sin titubeos.