Durante esta semana, en vísperas de los comicios generales del 9 de febrero, las misiones de observadores electorales internacionales comenzarán a completarse. A partir de este martes, 4 de febrero del 2025, y hasta el fin de semana está confirmado el arribo de los delegados de diferentes organismos internacionales.
Las dos delegaciones más grandes son las que envía la Unión Europea (UE) y la Organización de Estados Americanos (OEA), con 113 y 89 integrantes, respectivamente. Estas se hallan realizando observación antes, durante y después del proceso electoral.
Además hay otras medianas, como las del Parlamento Andino, del Parlasur y la oenegé Transparencia Electoral, así como redes de jóvenes políticos y líderes. Estas, que tienen alrededor de 10-15 integrantes, están arribando desde el miércoles 5 de febrero. Ellos enfocarán su trabajo en la jornada electoral del 9 de febrero como tal.
A ellos se suman los delegados del cuerpo diplomático. Hay 13 embajadas acreditadas por el CNE con 84 observadores en general.
En total, los observadores internacionales sumarán alrededor de 500, y se trata de la participación más grande de los últimos años en las jurisdicciones de Ecuador y del extranjero, comentó Telmo Cáceres, funcionario de la Dirección de Relaciones Internacionales del Consejo Nacional Electoral (CNE).
En cuanto a observadores nacionales, están registrados alrededor de 1.200 delegados de varias oenegés y universidades, calculó.
Cáceres indicó que, según el reglamento del CNE, estas misiones están habiltadas para “vigilar el proceso antes, durante y después de las votaciones”.
“Hay grupos a los que les interesa solo la jornada electoral. Hay otros a los que les interesa el Registro Electoral. Hay, por ejemplo, una observación intergeneracional del Consejo de Igualdad Intergeneracional, que está interesado en esta ocasión en observar el trabajo de las mesas de atención preferente y el voto de los jóvenes de 16 a 18 años; el Conadis, que está interesado en el tema de discapacidades. Hemos intentado además invitar a universidades, a los que les hemos pedido que observen cosas puntuales y nos ayuden a desarrollar mejoras para el CNE… La palabra importante es observar. Ellos no están autorizados, por ejemplo, a contar papeletas o instalar juntas”, explicó el funcionario.
Según la normativa interna, estos grupos deben entregar un informe preliminar de su trabajo en los tres días posteriores a la jornada electoral (aunque este no es obligatorio), y uno final hasta tres meses después de terminado el proceso. “Les damos guías, formularios, como ayuda, pero el CNE interviene lo menos posible en la elaboración de estos informes”, advirtió.
En el caso de la misión de la UE, sus integrantes empezaron a llegar desde diciembre. Hasta la semana pasada había unos 50, y en estos días lo harán los restantes hasta completar un poco más de la centena. El jefe es el diputado del Parlamento Europeo Gabriel Mato.
“La misión comenzó su despliegue a finales de diciembre. Ya la nuestra es una misión de largo plazo, porque no nos fijamos solo en la jornada electoral, sino que queremos analizar todos los aspectos del proceso. Analizamos el marco jurídico, el desempeño de la administración electoral no solo a nivel central, sino también en las provincias; hacemos un monitoreo de los medios, de las redes sociales; vemos la campaña electoral; nos reunimos con los candidatos…”, explicó José Antonio de Gabriel, jefe adjunto de la misión de la UE.
De Gabriel dijo que prefiere no adelantar los hallazagos que han hecho en estos días. El grupo presentará su informe preliminar dos días después de las elecciones presidenciales con algunos aspectos importantes del proceso; y, si hubiese una segunda vuelta, se repetiría lo mismo. Una vez que el proceso concluya, en los dos meses siguientes ya regresaríamos con un informe final más completo que podría incluir, por supuesto, algunas recomendaciones de lo que nosotros pensamos que quizá ayudaría a mejorar los procesos electorales del país y que serían puestas a consideración de los partidos políticos, de la Asamblea, de las nuevas autoridades y también, por supuesto, de la sociedad ecuatoriana”, comentó.
En tanto que, en un comunicado emitido el pasado 29 de enero, la misión de la OEA informó que ya comenzó formalmente sus actividades realizando reuniones iniciales con actores clave del país.
La misión, liderada por el excanciller de Chile Heraldo Muñoz,está integrada por observadores y especialistas de más de veinte nacionalidades.
Este equipo estará desplegado en veinte provincias del país, abordando temas como organización y tecnología electoral, justicia electoral, financiamiento político, participación política de las mujeres, pueblos indígenas y afrodescendientes, violencia político-electoral, campañas y medios de comunicación digital, indicó el boletín.
“Esta es la Misión de Observación Electoral número 28 que la OEA despliega en Ecuador, un esfuerzo posible gracias al apoyo financiero de Brasil, Canadá, Corea, Estados Unidos, España, Francia, Italia, Países Bajos y Perú”, se señaló desde la entidad.
Una vez concluidos los comicios, el grupo presentará un informe preliminar con observaciones y recomendaciones, buscando fortalecer los procesos democráticos y electorales en el país.