La compañía uruguaya Austral Technical Management, encargada de la construcción de la central termoeléctrica Esmeraldas III, reconoció que 30 de los 48 generadores ya instalados no son compatibles con el sistema eléctrico ecuatoriano. Aunque fueron fabricados para operar con dos frecuencias, 50 y 60 Hz, solo funcionan de manera óptima con una de ellas, y el sistema nacional opera exclusivamente a 60 Hz.
Ante ese inconveniente, la empresa propuso realizar una modificación técnica interna, que incluye el reemplazo de alternadores y ajustes en el cableado para garantizar el funcionamiento a la frecuencia adecuada. Según Austral, estos trabajos cuentan con el aval del fabricante de los equipos y se ejecutarán sin costos adicionales para el Estado.
No obstante, la solución ha generado cuestionamientos técnicos. Iván Endara, ingeniero eléctrico de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol), advirtió que las modificaciones pueden afectar el rendimiento y durabilidad de los equipos. «No es solo el alternador; la misma bovina del generador se va degradando con el tiempo. Eso puede generar pérdidas en la red y afectar la calidad de la energía», señaló.
La planta, con capacidad para generar 91 megavatios, debía entrar en operación en enero de 2025, pero registra un retraso de cinco meses. Actualmente se encuentra en fase de pruebas en su primera isla de 16 generadores. Austral asegura que la generación de los primeros 30 megavatios comenzará en los próximos días y que el resto estará operativo antes del estiaje, que inicia en septiembre.
Este es el tercer proyecto termoeléctrico que enfrenta observaciones por parte de organismos de control. Según la compañía uruguaya, la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec) estaba al tanto de la incompatibilidad desde el inicio del proceso contractual, pues los generadores disponibles en el mercado eran limitados.
Pese a los retrasos, ni el Ministerio de Energía ni Celec han ofrecido explicaciones públicas sobre el estado actual de esta obra inconclusa, valorada en USD 89 millones.
De su lado, Austral Technical Management enfrenta multas por los incumplimientos contractuales, cuyos montos no han sido revelados. La firma sostiene que los atrasos se deben a causas de fuerza mayor y ha impugnado las sanciones.